El reto de la pesca del atún en México

En el Pacífico Oriental tropical, los atunes de la especie aleta amarilla y, en cierta medida, también los atunes listados, presentan un comportamiento inconfundible y que no es nada habitual en otras partes del mundo.

En estas aguas, los atunes adultos nadan debajo de los grupos de delfines, por razones que aún no se conocen, o no han sido estudiadas a fondo.

Si bien, los jóvenes y los más pequeños no presentan el mismo comportamiento.

Esta conducta de los atunes ofrece oportunidades excepcionales para la pesca. Los pescadores seleccionan de forma natural a los ejemplares de adultos más grandes, dejando en el mar a los más jóvenes, para que puedan crecer y reproducirse.

Al mismo tiempo, se consigue disminuir el nivel de capturas accesorias de atunes jóvenes y otras especies, tales como tiburones o tortugas, las cuales suelen ir asociadas a otros métodos de pesca.









Sin embargo, este método de pesca presenta un reto muy importante:

¿Cómo se puede pescar el atún sin causar daño a los delfines?

Durante los años 70 y 80 los pescadores del Pacífico Oriental tropical fueron duramente criticados debido a sus malas prácticas pesqueras asociadas a la muerte de delfines.

Se llevaron a cabo varias campañas dirigidas a los consumidores en contra de la pesca con redes de cerco para capturar atunes en estas aguas, que tuvieron mucha repercusión.

Preocupados por los impactos de la pesca con estas redes, en la década de los 90 se establecieron varios acuerdos internacionales entre ONG y gobiernos. Uno de los más importantes fue el Acuerdo sobre el Programa Internacional de Conservación del Delfín (AIDCP, por sus siglas en inglés), firmado en 1999, con el objetivo de proteger las poblaciones de delfines a través de reglamentos basados en la ciencia, mejoras en las prácticas pesqueras y un seguimiento a bordo por observadores independientes.  

De esta manera se consiguió mejorar la técnica de pesca para poder garantizar, en la medida de lo posible, que durante la misma no se produjeran daños sobre las poblaciones de delfines y demás especies no objetivo. Entre las medidas adoptadas se incluye el empleo de trampillas de escape y buceadores que ayudan a los delfines a salir de las redes.

Además, diversas acciones, tales como la formación de capitanes y tripulaciones, el correcto alineamiento de las redes, el empleo de lanchas y botes para mantener la forma de las redes para evitar el enmalle de los delfines, la prohibición de pescar por la noche y evitarla durante condiciones meteorológicas adversas, han contribuido a reducir los niveles de mortalidad de delfines.

En todos los barcos de pesca viajan observadores independientes que informan sobre los métodos de pesca empleados.

El vídeo de PAST lo explica todo con más detalle(en inglés):

En el año 2005, el AIDCP fue galardonado con la Medalla Margarita Lizárraga, otorgada por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, premiando su éxito rotundo en la mejora de las prácticas para minimizar la captura accesoria de delfines, así como garantizar la sostenibilidad de las poblaciones de atún y demás especies asociadas.   

Gracias a estos esfuerzos la mortalidad de delfines ha descendido en un 99,5%.

En 2014, los pescadores de atún del Pacífico Nororiental decidieron someterse a la evaluación de MSC, el estándar de pesca sostenible más riguroso del mundo.

La evaluación en base al estándar de MSC

El Estándar de MSC se utiliza para determinar si una pesquería está siendo bien gestionada y es sostenible, puesto que éste refleja los conocimientos más actuales y aceptados internacionalmente en el campo de la ciencia y de la gestión de pesquerías. Asimismo, periódicamente y en colaboración con distintos científicos y representantes de la industria pesquera y de asociaciones conservacionistas, nuestro estándar es revisado y actualizado.

La pesquería fue analizada durante más de dos años por un equipo de expertos independientes dirigidos por SCSGlobal Services, un organismo independiente acreditado para evaluar en base al estándar MSC.

Este equipo fue el encargado de valorar toda la información, pruebas y datos científicos disponibles sobre la pesquería, para poder determinar si cumplía con los estrictos requisitos establecidos en el Estándar MSC de Pesquerías. Por otro lado, se solicitó, a su vez, la participación de otras partes interesadas, tales como organizaciones conservacionistas e investigadores relevantes, que presentaron sus conclusiones y recomendaciones para ser sometidas a una revisión por pares.

Tras elaborar su informe, éste fue puesto a disposición del público por parte del equipo, para que pudiera ser revisado y consultado.

El equipo de auditores publicó el informe definitivo con su decisión en octubre de 2016, iniciándose así el plazo de tres semanas establecido para la presentación de objeciones, tiempo durante el cual WWF Alemania y EE.UU. plantearon una serie de inquietudes relacionadas con el impacto de la pesquería sobre las poblaciones de delfines, obligando, así, a llevar a cabo un arbitraje independiente para garantizar que dichas aspectos fueran abordados.

Melanie Carter, experta jurista y con amplia experiencia en pesquerías, legislación y mediación, fue la encargada de supervisar el procedimiento de objeción en calidad de mediadora independiente. Tras atender, examinar y dar respuesta a las objeciones planteadas, Melanie Carter, en base a las pruebas que demostraban la recuperación de las poblaciones de delfines, recomendó a SCS que reconsiderase la puntuación otorgada a la pesquería. Al concluir el procedimiento, la mediadora ratificó las recomendaciones dadas a SCS y, asimismo, pidió que en el Informe Público de Certificación se incluyeran las actualizaciones derivadas del mencionado procedimiento de objeción.

Finalmente, la pesquería obtuvo la certificación MSC el 7 de septiembre de 2017.

Acceda a este enlace a nuestra página “Encuentre una Pesquería” para conocer más acerca del equipo de evaluación y consultar el informe completo (en inglés)

El equipo de evaluación recomendó que se concediera la certificación a la pesquería con varias condiciones. La pesquería se ha comprometido a llevar a cabo un ambicioso plan de acción que consiste en:

  1. Siete años de moratoria de la pesca de atún rojo del Pacífico;
  2. Un mayor nivel de transparencia en la información ofrecida al público;
  3. La actualización de su sistema de gestión;
  4. Mejoras de formación;
  5. Mayor protección para especies tales como el tiburón sedoso, las rayas Mobula y el atún rojo; y,
  6. Aportar financiación para el estudio de las poblaciones de delfines.   

La continuidad de la certificación dependerá del cumplimiento de dichas condiciones y tendrá una vigencia de cinco años. Anualmente se realizarán auditorias de seguimiento para evaluar si el progreso de estas condiciones es satisfactorio, perdiendo la certificación en caso contrario. Transcurridos cinco años, la pesquería deberá pasar por un proceso de recertificación completo.

Esta pesquería, al entrar en el programa MSC, está obligada a desarrollar un proceso de mejora continua. Por otro lado, tal y como muestra la evaluación exhaustiva realizada por el equipo de SCS Global Services, sus pescadores ya han alcanzado el nivel que señala el estándar más importante del mundo en relación con la pesca sostenible.

Éste es, exactamente, el tipo de enfoque transformador que el programa MSC se propuso incentivar, reconocer y premiar.

www.msc.org/es